Vivimos en un entorno de transformación constante, marcado por la complejidad, la velocidad y la incertidumbre. Un entorno que desafía nuestras formas de trabajar, liderar y convivir dentro de las organizaciones.
Sin embargo, seguimos apostando por las formaciones, metodologías y herramientas “de siempre” con la esperanza de que algo cambie… pero nuestros equipos vuelven, una y otra vez, a sus patrones de siempre.